Tasa de interés y tasa de porcentaje anual (APR): son lo mismo, ¿verdad? Desafortunadamente, muchos compradores de hipotecas no se dan cuenta de que la respuesta es no. La tasa de interés de su hipoteca es diferente de la APR, y comprender ambas es importante para obtener la mejor oferta hipotecaria.
Tasa de interés
La tasa de interés de un préstamo es el costo de pedir prestado el principal. Es un porcentaje del importe y puede ser fijo o variable. La tasa de interés se amortiza durante la vigencia del préstamo y el pago de intereses se incluye en el pago mensual de la hipoteca.
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La APR es una medida del costo total para el prestatario. La APR incluye no sólo la tasa de interés, sino también los costos iniciales como puntos, tarifas de corredor, costos de cierre, etc. Todas estas tarifas se tienen en cuenta y se expresan como porcentaje.
Por qué eso importa
Las tasas de interés y las APR brindan a los prestatarios una forma de comparar otros préstamos y descubrir cuál tiene el mejor valor. Al observar la tasa de interés, los prestatarios pueden tener una idea de cuáles serán sus pagos mensuales. Al elegir entre múltiples ofertas de hipotecas, pueden comparar tasas de interés y APR para tener una idea del costo real de cada hipoteca. Por ejemplo, un préstamo puede tener una tasa de interés más baja pero puede requerir más puntos de descuento. La APR del préstamo en realidad puede ser más alta que la de un préstamo con una tasa de interés más alta. Comparar préstamos según la APR puede ayudar a los prestatarios a comprender cuánto pagarán después de tener en cuenta todas las tarifas y puntos. (Es importante que los prestatarios no comparen la tasa de interés de un préstamo con la APR de otro préstamo. De lo contrario, no será una comparación justa entre manzanas y manzanas).
La APR y la tasa de interés también son herramientas importantes para decidir qué préstamo es mejor en función del tiempo que el prestatario ha estado en su casa. Cuanto más tiempo planee un prestatario permanecer en su casa, más lógico será elegir la hipoteca con la APR más baja. Esto se debe a que la APR se calcula distribuyendo la tarifa durante todo el plazo del préstamo. Si el prestatario se muda antes de que finalice el plazo del préstamo, la APR puede ser mucho más alta. Si un prestatario planea vivir en su casa solo por unos pocos años, puede resultarle más rentable aceptar una tasa de interés más alta y costos iniciales más bajos. No tiene sentido pagar más puntos para obtener una tasa de interés más baja sólo para mudarse dentro de unos años. El costo inicial será mayor que el ahorro de intereses mensual; en algunos casos, puede ser más deseable una APR más alta.
Tanto la tasa de interés como la APR son útiles para comparar los costos hipotecarios, pero son diferentes.
La tasa de interés y la Tasa Anual Equivalente (TAE) o TAE (Tasa Porcentual Anual) son dos medidas importantes en una hipoteca. Déjame explicártelo uno por uno:
tasa de interés:
La tasa de interés es el costo aplicado al préstamo de dinero, expresado como porcentaje del monto del préstamo. En el caso de una hipoteca, la tasa de interés es el porcentaje que un prestatario paga al prestamista por el privilegio de utilizar el dinero prestado para comprar una casa. Por ejemplo, si la tasa de interés de su hipoteca es del 4 por ciento, pagará un interés del 4 por ciento sobre el saldo de su préstamo cada año.
Tasa de Interés Anual Equivalente (APR o APR):
La tasa de porcentaje anual (APR) es una medida más completa del costo de un préstamo porque incluye la tasa de interés y ciertos costos adicionales asociados con una hipoteca, como puntos, costos de cierre y algunas tarifas. La APR se expresa como porcentaje, lo que brinda una imagen más precisa del costo total de su préstamo cada año.